Uruguay Ambiental red uruguaya de ONGs ambientalistas |
ENCUENTRO 2008 |
Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas
Encuentro Nacional de Grupos Ambientales
Tacuarembó, 14 al 16 de noviembre de 2008
La situación ambiental de Uruguay ha estado dominada por el proceso de grandes transformaciones del uso de los recursos naturales, en un contexto mundial caracterizado por una gran demanda de fuentes de energía, materias primas y alimentos. Simultáneamente, aunque la información y las advertencias sobre el cambio climático mundial son cada vez más alarmantes, la acción colectiva de preservación del ambiente humano parece estar cada vez más debilitada en las principales potencias mundiales.
El redescubrimiento del potencial económico de los recursos de la región del MERCOSUR, por el capital global, ha alentado la presencia de todo tipo de megaemprendimientos, que compiten por la apropiación de estos territorios, y no reparan en la emergencia de conflictos socio ambientales que surgen como acciones de resistencia de estos pueblos a esos procesos.
Había muchas expectativas en el movimiento ambiental por la llegada de un nuevo Gobierno: por sus posturas previas desarrolladas durante muchos años en las condiciones de oposición; por su anunciada valoración de los espacios democráticos y los procesos de participación ciudadana; por la valoración de los espacios y los bienes públicos que habían caracterizado su discurso previo, y en algunas medidas por el accionar en la IMM; por la relativa independencia y autonomía de sus actores políticos en relación a los principales grupos económicos que operaban en el país; por su aparente valoración del Uruguay productivo y sustentable a largo plazo; por su formulado interés en la búsqueda de la equidad en el acceso a los bienes económicos y la producción.
Sin embargo, el cambio histórico que representó la asunción del nuevo Gobierno resultó en una gran desilusión ambiental. La promoción de la inversión extranjera directa se volvió en el eje estratégico de la política económica para el desarrollo nacional. Apelando a un potencial derrame futuro de sus beneficios sobre el resto de la sociedad, no se reparó en abrir totalmente el acceso a nuestros recursos más valiosos, en volúmenes que no había precedentes en el país, en condiciones más favorables que aquellas a las que acceden los nacionales, y bajo modalidades que no se compadecían con un modelo popular y nacional.
En ese camino, se trivializaron disposiciones legales que en cierta medida constituían garantías democráticas, como las evaluaciones de impacto ambiental; se renovó un discurso antiguo y reduccionista que opone desarrollo y ambiente, o la generación de empleo y la conservación de las condiciones de vida y trabajo; la participación se volvió un ritual banal sin ninguna consecuencia posterior; se deja traslucir permanentemente la ridiculización del movimiento ambiental, como integrado por gente idealista que está lejos de los problemas reales. Durante estos años vimos un ministro de medio ambiente prescindente, y un subsecretario que se transformó en el lobbista oficial de la industria de la celulosa, anunciando alborozado cada nuevo proyecto que aparecía. El grave conflicto con Argentina se transformó en causa nacional –proceso alentado por el Gobierno–, impidiendo que el país analizara ese conflicto socio ambiental en toda su dimensión e implicancias para el futuro nacional, con la opinión y participación de otros actores diferentes de aquellos exclusivamente gubernamentales.
Mientras aspectos fundamentales del tema ambiental continúan a paso de tortuga, en los que Uruguay tiene un rezago acreditado a nivel internacional, como por ejemplo la implantación de un sistema nacional de áreas protegidas (recién en setiembre 2008 se ha decretado la primera), otras amenazas que han emergido recientemente –ahora la energía atómica– cuentan inmediatamente con todo el aval y la promoción que se realiza desde el Gobierno, incluyendo un papel activo del Presidente de la República.
La coincidencia de identidad política con el Gobierno de muchos militantes ambientales, la sorpresa por las nuevas conductas, y la magnitud de las nuevas inversiones, han resultado en que el movimiento ambiental aparece replegado, con cierto grado de frustración –en el mejor de los casos confusión y desconcierto– y exhibiendo una desmovilización característica de la sociedad posmoderna.
EL ENCUENTRO NACIONAL DE TACUAREMBÓ
La Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas observa con preocupación la evolución actual, experimenta también las dificultades señaladas, pero reafirma su vocación de trabajar para revertir esas tendencias que visualiza como negativas para el futuro de la sociedad nacional. Por una parte, desea encontrarse con todos los actores de la sociedad civil con los que se comparte un patrimonio de ideas comunes, recibir la percepción de grupos activos de diferentes regiones del país, conocer sus análisis, acciones y grados de dificultad que experimentan en concretar los objetivos de sus organizaciones.
Por otra parte, la proximidad de un año electoral es propicio para profundizar el ejercicio de la ciudadanía ambiental y estimular el análisis y el debate más profundo que permita el crecimiento de la conciencia sobre la relación que tenemos y la que queremos tener con el ambiente. Es necesario interpelar a los partidos y a los candidatos para que definan claramente sus posiciones ante la ciudadanía, y establezcan compromisos concretos de gestión ante temas centrales.
El encuentro se ha organizado en torno a 3 componentes:
1. Facilitar el conocimiento de los diferentes grupos y participantes del encuentro, mediante la presentación de actividades y la interacción personal.
2. Tres exposiciones y debates sobre tres temas centrales de la coyuntura ambiental, para mejorar la capacitación del movimiento ambiental y coordinar puntos de vista sobre temas sustantivos del debate social. El primer tema se refiere al cultivo de soja, como actividad paradigmática de la agricultura moderna. El segundo, al problema energético y el debate sobre la energía atómica en Uruguay. El tercero analiza las relaciones entre la sociedad, el ambiente y la política.
3. Estrategias futuras. Se abrirá un debate sobre posibles áreas de fortalecimiento del Movimiento Ambiental, de generación de demandas hacia la Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas, y de coordinación y desarrollo de políticas y actividades para el año 2009 del conjunto del movimiento ambiental.
PARTICIPACIÓN
El encuentro se realizará desde la noche del viernes 14 hasta la tarde del domingo 16 de noviembre de 2008 en la ciudad de Tacuarembó, y está dirigido a organizaciones que abordan la temática ambiental en todo el país.
La Red cubrirá los gastos de alojamiento, comida y transporte a 2 delegados por cada organización.
REPORTE FINAL
El reporte final del encuentro está
disponible en formato pdf [2.077 kb]
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